Siempre ha habido discusiones sobre si un producto es mejor que otro, tiene un precio elevado o si no vale para nada. Es algo normal, pues a fin de cuentas todos tenemos nuestra opinión y derecho a expresarla. Pero me da la impresión que con la llegada de internet esto ha tomado un cariz que raya lo absurdo.
Hace relativamente poco Apple presentó su iPad y -como no podía ser de otra manera- no se hizo esperar la lluvia de críticas sobre el producto y la compañía de la manzana.
Hace relativamente poco Apple presentó su iPad y -como no podía ser de otra manera- no se hizo esperar la lluvia de críticas sobre el producto y la compañía de la manzana.
Con internet es muy fácil dar nuestra opinión, y además podemos darla en infinidad de sitios distintos para asegurarnos que es tenida en cuenta -y mucha gente abusa tanto de ella que ya deberían ponerse un cartel de “spammer”-. Pero eso es lo que hace tan valioso a internet, la posibilidad de que todas las personas puedan decir lo que piensan para criticar o alabar lo que consideren oportuno. Pero como pasa con todo en esta vida, un exceso siempre es malo. Pasa igual con la información, ahora estamos rodeados de tantísima que ya no sabes ni por donde comenzar a buscar.
Supongo que ésto no será exclusivo del mundo de la tecnología -aunque es en el que yo me muevo, por eso los ejemplos son de éste campo- y que si me pongo a mirar en foros de coches o música también habrá numerosas discusiones -y de fútbol ya ni hablar jeje-. Hay algo que no entiendo en estas discusiones tecnológicas, y es que la mayoría de la gente que critica tan libremente entiende de lo que está hablando y su opinión debería ser válida.
Me da la impresión de que una persona cuanto mas metida está en el mundo de la tecnología y mas cosas aprende va olvidando sistemáticamente todos los pasos que ha dado previamente para llegar a obtener esos conocimientos. Hay millones de aparatos tecnológicos a día de hoy y no paran de salir, como si fuesen churros de una manga pastelera gigante;aún asi ¿alguien los comprará no?
Nadie nace sabiendo y nosotros hemos invertido muchas horas en tener los conocimientos que ahora poseemos -olvidándonos de todos los errores que vamos cometiendo- y creemos que todo el mundo debe saber lo mismo que nosotros y pensar igual. ¿Qué mundo mas triste sería este? Yo utilizo un iPhone porque es muy sencillo de utilizar y tiene muchísimas aplicaciones que hacen lo que yo necesito. No quiero mandar cientos de correos al día, ni trastear modificando el sistema operativo y me es indiferente la potencia del hardware o que tenga las últimas novedades en tecnología.
Todos los productos que salen al mercado están destinados a un público. Si nosotros no estamos dentro de ese público al que van destinados es obvio que no va a interesarnos, ¿por qué tenemos que criticarlos? Entiendo que tengamos ganas de dar nuestra opinión sobre ellos pero al hacerlo se debe ser consciente a que público va dirigido y si realmente le aporta algo a ese público al que está orientado.
Hemos llegado a un punto en el cual por el mero hecho de utilizar productos de Apple ya se nos tacha de “fanboy”, dando la impresión de que en lugar de personas entendidas en tecnología son niños “acúsicas” del patio de la guardería. Por supuesto que hay fanáticos de Apple, al igual que de Microsoft, Linux… y seguro que hasta de Nike, Audi y Telepizza. Pero eso no quiere decir que a una persona le guste especialmente una marca y prefiera comprarla antes que otras que le den un producto similar.
Creo que todos coincidiremos en que si alguien es muy aficionado a los videojuegos, o utiliza unos programas muy específicos va a utilizar Windows; si bien lo que le gusta es trastear con el sistema operativo y aprender realmente informática se decantará por Linux. Entonces, ¿alguien que no encaje en esos perfiles porque no puede utilizar libremente un Mac sin que tengan que colgarle un cartel de fanático de Apple?
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